Saludos a todos.  En diciembre (2016) estaré concluyendo mi carrera de más de treinta años como educador musical, experiencia única que me ofreció el privilegio de servir, inspirar y compartir el amor por la música con miles de estudiantes en todos los niveles escolares.  Definitivamente, mi labor pedagógica de mayores retos y satisfacción comenzó en agosto del 1993 cuando inicié mi gestión en la Escuela Secundaria UPR (UHS).  Las habilidades musicales, la dedicación y el interés de mis estudiantes en la ejecución instrumental y el canto fueron el cultivo ideal que fomentaron mi motivación por la gestión creativa en estos 23 ½ años en la UHS.  La mayor parte del repertorio fueron arreglos que realicé para mis estudiantes y que trabajamos en un ambiente dinámico, solidario y excitante para presentarlo con mucho orgullo y satisfacción en múltiples actividades y, especialmente, en los Conciertos de Primavera del Programa de Música.  Muchas de estas piezas fueron solicitadas por los estudiantes y las mismas enriquecieron mis conocimientos y gusto musical en ámbitos musicales que pude conocer al complacer sus peticiones.  Año tras año me sentí como un niño en una tienda de dulces y la dedicación y logros de mis estudiantes requerían ejercer lo más genuino de mí como educador y en la creación musical de arreglos y composiciones para nuestras agrupaciones musicales.  Las experiencias de los conjuntos del Programa de Música de Rondalla (Básica, Intermedia y Avanzada), Coro y Coro de Campanas se enriquecieron con otras agrupaciones como cuartetos de guitarra (clásica), Coro de Padres y Profesores, grupos de jazz y músicos invitados (estudiantes, profesores, padres).  Momentos especiales fueron las piezas en que se integraron varias de estas agrupaciones, muchas veces con excelentes estudiantes solistas.  También fue muy gratificante compartir vivencias con los estudiantes de práctica docente que realizaron su gestión pedagógica y musical con gran dedicación en el salón más alegre de la UHS, el 106.  Igualmente, fue muy importante el apoyo de compañeros profesores, personal administrativo, padres y de la Asociación de Padres y Maestros.  Sé que no será fácil cerrar este capítulo tan significativo para mí, pero me anima el recuerdo de compartir con mis estudiantes, tanto en la faena musical como por su espontaneidad y calidad humana.  Este afortunado “pirata” de Quebradillas les agradece su apoyo y confianza y me despido con un fuerte abrazo para todas las personas con las que compartí en todos estos años, en especial, a mis estudiantes de la UHS.

Néstor Hernández

Última modificación: martes, 25 de octubre de 2016, 11:08